Eso es lo que hizo Nadav Nirenberg, hacerse pasar por una chica para ponerse en contacto con el ladrón de su iPhone, ligárselo, quedar con él y "convencerle" (martillo en mano) para que le devolviese su iPhone.
La historia es curiosa. Nadav se dejó olvidado su iPhone en un taxi y a través de una página de contactos a la que estaba suscrito descubrió quien tenía su teléfono, ya que esta persona accedió a ella desde su iPhone.
Tras intentar convencerle (sin éxito) para que se lo devolviese decidió utilizar la misma página de contactos para hacerse pasar por una chica. Así que con su nueva identidad contactó con el ladrón y se hizo pasar por alguien interesada en conocerle logrando concertar una cita.
El ladrón acudió a ella con el iPhone... y con una botella de vino y una buena dosis de colonia.
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