Y lo hace sobre todo por su pantalla de 5 pulgadas y resolución 1080p (en concreto, 1.920×1.080 píxeles y 441 ppp de densidad de pantalla), siguiendo así la tendencia de otros fabricantes que han presentado dispositivos con resoluciones y densidades de píxel semejantes. La Infinity Station a la que se acopla para convertirse en tablet es una pantalla de 10,1 pulgadas que también tiene esa resolución, y que además integra una batería auxiliar.
Además de la llamativa pantalla, el ASUS PadFone Infinity dispone de un potente procesador quad-core Snapdragon 600 a 1,7 GHz que lo sitúa como uno de los smartphones más potentes de la generación actual junto al HTC One que se presentó la semana pasada. A este procesador le acompañan 2 GB de RAM, 64 GB de capacidad de almacenamiento y otros 50 GB de almacenamiento en los servidores de ASUS en la nube.
Este PadFone también integra una notable cámara en su parte posterior con un sensor de 13 Mpíxeles y apertura f/2.0 además de un sensor dedicado para las tomas en condiciones de poca luminosidad. Otra de las novedades es ASUS Echo, un asistente para poder usar el PadFone en el coche o como un reloj con alarma, entre otras posibilidades, y responde a comandos de voz.
Los responsables de la firma han destacado su diseño y en especial la nueva posición del altavoz trasero al que acompaña un nuevo ecualizador de audio digital por software que permite a los usuarios optimizar la calidad del sonido dependiendo de cada situación.
Las malas noticias son evidentes: el precio de venta es tan elevado como podría esperarse de un terminal de estas características. Al comprar el ASUS PadFone Infinity con su “Infinity Station” (la pantalla a la que se acopla para convertirlo en tablet) tendremos que abonar la cantidad de 999 euros. El PadFone Infinity estará disponible en abril en mercados europeos.
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