Sí, se que desde hace un par o tres de días no estoy respondiendo a vuestros mensajes todo lo rápido que acostumbro, pero en mi defensa diré que la culpa es de mi mujer. No porqué me recuerde constantemente las tareas pendientes de casa (que también) sino por que por su culpa me he viciado a jugar a un juego llamado Candy Crush Saga.
Candy Crush Saga es un divertido juego de habilidad ambientado en un colorido mundo de caramelos. Recuerda mucho al clásico Bejeweled, pero tiene características que lo hacen único.
A diferencia de lo que pasa en Bejeweled, donde cada tablero es un blitz en el que debes hacer la mayor puntuación posible en un tiempo determinado, los niveles de Candy Crush Saga son niveles con un tope de puntuación predefinido, lo que disminuye el estrés y aumenta la reflexión.
Para añadir un elemento competitivo, Candy Crush Saga sincroniza las partidas con Facebook para que tus progresos sean los mismos en ambas versiones del juego y puedas ver qué amigos tienen una mayor puntuación. Con lo que podrás competir contra tus amigos de Facebook.
Hay 290 niveles de dificultad progresiva, todos muy divertidos y retadores. Al alcanzar determinada puntuación, pasas al siguiente nivel. Para ayudarte, Candy Crush Saga pone a tu disposición útiles extras, pero hay que desbloquearlos primero y comprarlos después.
¿Y si no consigues pasar de nivel? En ese caso, Candy Crush permite volver a intentarlo, pero solo pasados unos minutos. Si se acaban tus cinco vidas, debes esperar mucho tiempo (a menos que pidas vida a tus amigos o adelantes el reloj del móvil).
Como truco para cuando os quedéis atrapados en alguna pantalla os diré que lo mejor es crear una de esas bolas de chocolate y hacerla explotar contra un caramelo de rallas.
Candy Crush Saga es un juego gratuito que podéis descargar desde Google Play.
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