Ya estamos de vuelta, una semana más, en Apple Vintage, la sección retro de Applesencia en la que recuperaremos los productos que han ido marcando la evolución de Apple hasta convertirse en la compañía que todos conocemos hoy en día. Hoy abriremos el baúl de los recuerdos para desempolvar la AirPort Base Station, uno de los primeros productos de redes locales inalámbricas con tecnología Wi-Fi creados por Apple.
La AirPort Base Station plateada, cuya forma se asemejaba a la de un platillo volante, llegó sin apenas hacer ruido durante la feria Macworld de 1999 celebrada en Nueva York; su comunión con la AirPort card, con la que compartió cartel, sirvió para dar el pistoletazo de salida a la época de la revolución de las redes inalámbricas que se extendieron desde unos pocos hoteles y aeropuertos, hasta colonizar la práctica totalidad de cafeterías, comercios y hogares del globo. Tres años y medio más tarde, se hallaría inmersa en un concurrido mercado de soluciones inalámbricas.
Características de la AirPort Base Station
La estación original, popularmente conocida como Grafito por razones obvias, disponía de un puerto Ethernet y un módem, y hacía uso de la tarjeta WaveLAN Silver PC de Lucent; en lo que a su procesador respecta, tenía integrado un chip Am5x86 fabricado por la compañía californiana AMD.
Aunque funcionalmente, era idéntico a la base Lucent RG-1000 por lo que podía utilizar su mismo firmware, las limitaciones propias del de la tarjeta Silver PC hacían que, en un principio, la AirPort Base Station solo aceptase cifrados WEP de 40 bits; no obstante, gracias a tweaks de terceros, fue posible habilitar la encriptación WEP de 128 bits. Gracias a la scene, también se llegaron a desarrollar firmwares basados en Linux que permitían, no solo optimizar su rendimiento, sino también extender la vida útil del dispositivo.
El sistema AirPort podía alcanzar una tasa teórica de transferencia de hasta 11 Mb/s, aunque si bien es cierto, en la práctica los resultados distaban bastante de dicha cifra. La conexión inalámbrica, era aceptablemente rápida pero sin embargo, quedaba ensombrecida por el rendimiento de la conexión 10BaseT del Ethernet.
La configuración de la AirPort Base Station era realizada mediante un proceso transparente y accesible al usuario, gracias al asistente con el que contaba la aplicación AirPort. Asimismo, era posible monitorizar y controlar la red desde el módulo AirPort Control Strip, que brindaba al usuario la posibilidad de comprobar la señal, o elegir entre conectarse a la estación o a conectarse a otro Mac.
A finales de 2001, vería la luz una AirPort Base Station de segunda generación que, además presentar un impecable diseño de color blanco que daría lugar al sobrenombre Nieve, incluía un segundo puerto Ethernet que permitía la conexión a internet compartida entre clientes cableados o inalámbricos. No acababan ahí los cambios a nivel de hardware, y es que el procesador del dispositivo estaba basado en el PowerPc 855 de Motorola, y contenía una tarjeta AirPort totalmente funcional, que además podía ser extraída para ser utilizada en cualquier Mac compatible.
Otra de sus grandes novedades –que también adquirió el modelo original a través de una actualización de software–, fue la capacidad de conectarse a los servicios de marcación de America Online, el que otrora fuera el gigante americano de los proveedores de servicios de Internet, que llegó a disponer de más de 30 millones de subscriptores.
Hasta aquí hemos llegado por hoy. Dentro de 7 días continuaremos con nuestro particular repaso por la fructífera historia de Apple. ¡No os lo perdáis! Si ansiáis que desempolvemos algún producto en particular o si tenéis en casa alguno que os gustaría que incluyésemos en futuras entregas, os invitamos a que lo compartáis con nosotros.
Apple Vintage: AirPort Base Station, la revolución de las redes inalámbricas fue publicado originalmente en Applesencia. Puedes unirte a nosotros en Twitter, Facebook o en Google+
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