Estos días se celebra en Madrid un certamen más que interesante: Madrid Games Week. Un escaparate organizado por los grandes de la industria del videojuego, a través de aDeSe (la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento). En dicha Feria o Certamen que se celebra en IFEMA (Feria de Madrid) podemos probar en primicia las nuevas generaciones de consolas de Microsoft y Sony: la Xbox One y la Playstation 4. Así mismo podemos probar los nuevos juegos para cada plataforma como KillZone, Battlefield 4, Call of Duty Ghosts, Ryse Son of Rome, Forza Motosport 5 o Drive Club, entre otros muchos. Una cita ineludible para todo aficionado.
El pasado jueves, aprovechando su apertura para profesionales y prensa, dimos un paseo y pudimos probar con detenimiento todos y cada uno de los dispositivos y juegos. La impresión: la industria está estancada. Battlefield 4 para Xbox One era una auténtica decepción a una resolución de 720p y poca fluidez en determinados momentos, Forza Motosport 5 o Drive Club (para One y PS4 respectivamente) eran más de lo mismo de los miles de simuladores de conducción (espectaculares gráficamente, vacíos por dentro). El nuevo Need for Speed Rivals, el Call of Duty que parece un episodio más de sus antecesores y no un juego nuevo… las continuas entregas de franquicias están haciendo un flaco favor al entretenimiento.
Pero eso no es lo peor, porque te pueden gustar más o menos y disfrutarlos porque no dejan de tener una gran calidad. El problema es que no tienes la sensación de estar a los mandos de una consola de nueva generación que lleva casi 7 u 8 años de ventaja sobre las anteriores. Sí, gráficos más bonitos, pero… tampoco mucho más. Casos comentados como Battlefield 4 que no es capaz de funcionar en Full HD en ninguna de las dos plataformas, a mi modo de ver, hacen saltar las alarmas.
Ambas consolas son un calco una de la otra técnicamente, donde cuentan con un custom chip AMD/ATI integrado (APU basada en la arquitectura Jaguar) de CPU y GPU x86-64 de 8 núcleos, casi idéntico, aunque algo más potente en PS4 que Xbox One. Ambas tienen 8 GB de RAM, Wi-Fi, disco duro integrado, lector Blu-Ray… 400 euros la PS4 y 500 la One por el hecho de venir de manera “indisoluble” con Kinect (craso error).
¿Realmente hemos de gastar ahora 400 o 500 euros para seguir pagando lo mismo por los mismos juegos con un añadido gráfico que mejora levemente (en experiencia real) y que no aporta nada nuevo o innovador? Irónicamente, los PC (ya sean con Windows, OS X o Linux) son los grandes beneficiarios porque la nueva generación ha eliminado las restricciones técnicas que limitaban los lanzamientos dado el uso de middlewares donde se programa una sola vez y se obtiene el ejecutable para todas las plataformas. Irónicamente, Battlefield 4 solo puede jugarse en Full HD a 60 imágenes por segundo en un PC. Un buen PC, todo sea dicho.
El momento en que Apple aparece
Esta es la situación, ¿y ahora qué? Pues tenemos varias interpretaciones a cada cual más curiosa. Por ejemplo, Nintendo no levanta cabeza con su Wii U y su costumbre de vender una y mil veces el mismo juego con retoques de una plataforma a otra. Microsoft quiere que nos gastemos 500 euros para poner una cámara HD en nuestra salón permanentemente encendida (Obama estará encantando) con una consola en continúa escucha para que digamos “Xbox, encender” y Sony, más discreta, quiere que paguemos otros 400 para seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, pero eso sí, con la posibilidad de subir nuestras partidas cómodamente a internet. No tiene sentido alguno.
Apple, sin embargo, tiene en sus manos el procesador A7, compatible con OpenGL ES 3.0, de 64 bits, con una potencia similar y en algunos aspectos superior a la actual generación Xbox 360 o PS3 (lo ha dicho Epic Games, creadores del Unreal Engine) y con una base de desarrolladores, compañías y un kit de desarrollo plenamente preparado, así como compatibilidad con todos y cada uno de los middleware de desarrollo del mercado como Unity 3D, Unreal o CryEngine.
¿Imaginan si cogemos este procesador y lo ponemos en un futuro Apple TV con salida Full HD? ¿Y si vendemos dicho dispositivo, que podríamos llamar iPlay, sin mando alguno porque tenemos varias opciones en el mercado a elegir o usar nuestro propio dispositivo iOS como tal? ¿Y si todo tuviera un precio entre 100 y 150 dólares?
Imaginen un ecosistema de apps como el que Apple ha creado para iOS, aplicado a esta nueva consola. Sería un auténtico game changer que obligaría a muchos a cambiar sus estrategias: precios asequibles, potencia más que suficiente, centro multimedia para disfrutar de todos nuestros contenidos, las posibilidades ilimitadas de la integración con servicios en cloud… Sí, no sería con juegos del estilo “hard-core gamer”, pero sería más que suficiente para muchos, generando un cambio radical que la industria necesita.
Microsoft y Sony creen que su nueva generación los va a situar en la mejor posición, pero desde mi punto de vista no podrían estar más equivocados. Apple podría marcar toda una tendencia y Google iría detrás (es oficial que están trabajando en una consola de videojuegos basada en Android). Si a eso sumamos las nuevas Steam Box de Valve o cómo convertir un PC con doble sistema operativo (Windows y Linux) en una auténtica consola modular, certificada y con toda la potencia, muy superior a estas One o PS4, además de abierta para instalar cuántos programas o complementos queramos, vemos que el futuro es muy abierto y diferente al que Microsoft y Sony esperan.
Mi predicción es que se crearán dos mercados: el de baja o media exigencia, liderado por Apple, y el de los hard-core gamers que se irá trasladando hacia Steam Box, viendo como la fórmula Xbox One y PS4 se irá apagando paulatinamente por mucho que sus consolas bajen de precio. Incluso el propio Gabe Newell, responsable máximo de Valve, ya dijo que el verdadero peligro para su Steam Box es Apple. Al final, estamos cambiando de máquina y obligando a pagar por tener lo mismo con una diferencia inapreciable por la gran mayoría.
Lo que importa es el precio del producto y sus fórmulas: y en eso Valve y Apple saben mucho más que el resto. Además, ¿qué es más fácil, renovar cada 3 años tu consola por otra de 100/150 euros o cada 7 por una de 400/500? ¿Qué me ofrecen para no comprar Battlefield 4 o Call of Duty Ghosts en Xbox 360 por 40 euros en vez de pagar 500 más 50 por el juego en una One? ¿Merece la pena el desembolso por lo que ofrecen? La respuesta es clara: ni mucho menos.
¿Y tú que piensas? Pásate por Apple, clave en el futuro de la industria del videojuego para dejar tu huella.
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