¿Se puede jugar a un simulador de carreras acariciando de forma grácil una pantalla táctil? Gameloft cree que sí, y por eso siempre ha descrito a su GT Racing 2: The Real Car Experience precisamente como la coletilla de su título, como una experiencia real. Pajerismos y controversias sobre su pureza o no, el juego ya está aquí y se perfila como uno de los más importantes de su género.
Con una propuesta diametralmente opuesta a la de su alocado hermano Asphalt 8: Airborne, GT Racing 2: The Real Car Experience quiere que conduzcas sus 67 coches, provenientes de más de 30 fabricantes, con mesura y buen hacer si quieres completar con éxito la friolera de 1400 eventos disponibles, que se ampliarán a un ritmo de 28 nuevos cada semana.
Si eres un poco manco en esto de pilotar supercoches no te preocupes, puedes activar varias asistencias para ir aprendiendo. Y cuando te creas todo un -¿debería decir Sebastian Vettel?- campeón, mete la cabeza en el taller y modifica las tripas de esa belleza vestida de carbono.
El multijugador ofrece la posibilidad de quemar neumáticos con tus colegas o buscar competi por el globo. Si te sientes un poco forever alone también tienes la opción de de unir fuerzas con otros jugadores en un mismo equipo y compartir objetivos.
El evidente rival de GT Racing 2: The Real Car Experience, tanto en propuesta como en el espectacular acabado técnico, es Real Racing 3. Gameloft es consciente de ello y, a añadidos como jugar el mismo circuito en otras condiciones meteorológicas o momento del día, lanzan un torpedo a la línea de flotación del juego de Electronic Arts asegurando que aquí no hay ningún tiempo o coste de reparación, su aspecto más criticado. Lo bueno ser ambos gratis, es que puedes decidir quién se lleva los laureles al juego más realista sin gastarte un solo euro.
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