Analizamos el Samsung Galaxy Gear, el primer smartwatch de Samsung compatible con sus móviles Android.
Un gadget que está disponible por 300 euros y que nos ha sorprendido por su diseño y por todas las cosas que se pueden hacer con el. Pasamos a detallar sus punto fuertes y débiles:
Lo bueno
El diseño y los materiales del Samsung Galaxy Gear son fantásticos, además es bastante cómodo de usar.
Es una prolongación del móvil desde el que puedes recibir llamadas, que aunque con una pose un tanto ridícula, se escucha sorprendentemente bien en ambientes con mucho ruido.
Puedes ajustar el volumen para escucharlo pegado a la oreja o darle un poco más de volumen y hablar incluso desde la muñeca, eso sí, en este caso todo el mundo escuchará tus conversaciones.
Tiene cámara de 2 MP con la que tomar fotos rápidas y grabar mini clips de vídeo, no cuenta con flash pero la calidad de las fotografías que toma es más que decente.
Un plus es que tanto las fotos como los vídeos se pasan automáticamente al móvil, en una carpeta dedicada para ello, lo que hace que compartirlas sea realmente sencillo.
Con la última actualización ahora puedes recibir más notificaciones en tu muñeca, Facebook, Twitter o LINE desde la que puedes contestar a mensajes con sus famosos stickers.
Cuando recibes la notificación desde el Gear puedes abrirla directamente en el móvil, algo que resulta bastante cómodo.
También puedes controlar el móvil con la voz desde el Gear, algo que en algunas situaciones puede resultar muy práctico.
Sorprende que hayan metido tanto dentro de tan poco, tiene 4 GB de memoria interna, procesador de 800 MHz y 512 MB de RAM.
Lo malo
Lo peor del Samsung Galaxy Gear es el precio, 300 euros es mucho dinero para un accesorio que por ahora no es imprescindible, aunque viendo los rivales tal vez los valga.
La batería dura en teoría 25 horas, nosotros lo hemos probado y dura bastante más aunque eso sí, con la nueva actualización al recibir muchas más notificaciones su duración ha caído notablemente.
Debería de incluir una ranura microUSB para poder cargarlo en cualquier sitio, ya que cuenta con un cargador exclusivo y un tanto aparatoso.
Aunque poco a poco está llegando a más, es compatible con pocos móviles Samsung, de hecho no es compatible con otros móviles Android. Esta semana ha llegado la compatibilidad con el Samsung Galaxy S 4 mini.
Como bien reconocieron en Samsung le falta ese yo que sé que se yo para hacerlo un producto mágico y nos rasquemos el bolsillo bien soltando la famosa frase “shut up and take my money”.
En definitiva un buen primer paso de Samsung en el mundo de los relojes inteligentes, que tal vez sorprenda y dentro de algunos años le demos la razón como al final ha pasado con la familia Note.
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