No es ninguna sorpresa qué tipo de Tablet podemos recomendar para estas navidades. Lo que quizás te puede sorprender es la razón
El Surface RT fue el primer lanzamiento de Windows RT, hace poco más de un año. Su sucesor es mucho más potente, y como quiera que el stock de RTs está lejos de desaparecer, es sencillo encontrarlo a un precio muy rebajado. El Surface 2 es también del todo apropiado, claro, pero no todas las familias pueden plantearse con igual comodidad un precio que el otro.
Con Windows RT se tiene acceso a una biblioteca de apps apropiadas para niños creciente, si bien está todavía lejos de alcanzar a la variedad de iOS o Android. Esto es generalmente interpretado como una limitación, pero para los niños lo veo como una ventaja.
¿Por qué? Pues porque, por una parte, si el nene o la nena quieren jugar, dispondrán de opciones suficientes. Quizás no encuentren ese juego concreto que hace furor entre sus amiguitos con Tablet Android (algo mucho más probable en España que amiguitos con iPad). Pero lo que ninguno de sus amigos podrá usar en un Tablet es Scratch.
Scratch es un entorno de programación para niños basado en bloques gráficos que lanzó el MIT hace ya algunos años. Nuestro compañero mahjong ha creado una estupenda serie de tutoriales de scratch en YouTube, y son una forma muy completa de introducirse en este recurso maravilloso.
Maravilloso es un adjetivo que no se me queda corto para describir a Scratch. La elegancia de los conceptos, la facilidad de uso y de reutilización, la comunidad… el principal problema que plantea Scratch es ajeno a él: el mal de época de dar a los niños todo hecho para que se distraigan, en vez de fomentar que se busquen la vida, aprendan y construyan. Los viejunos que empezamos en la informática con el Commodore 64, el ZX Spectrum, o aquel LOGO en los PC con MS-DOS teníamos juegos, sí, pero todo era tan primitivo que te abocaba a crear a poca inquietud que tuvieras. Hoy en día las interfaces de usuario han evolucionado de formas imprevistas y pueblan cientos y cientos de millones de bolsillos, y son tan perfectas e intuitivas que, paradójicamente, frenan con suma eficacia el Do It Yourself y, en el mejor de los casos, no motivan a los pequeños para crear sus juegos o sus animaciones. Cabe incluso una triste pregunta: ¿Para qué?
Scratch 1.0 era una aplicación local. La gran ventaja de scratch 2.0 es que, además, también es una aplicación web basada en flash, que se puede emplear con cualquier navegador compatible con flash.
Flash, flash, flash. Si se dice dos veces más delante de un espejo, aparece Flashyman y ralentiza tu dispositivo, o al menos es lo que algunos guruses fallecidos nos quisieron hacer creer.
En Android, flash dejó de estar presente, y no me meto en las razones por su complejidad. En iOS no está desde el principio, entre otras cosas por evitar la herética multiplataforma. Pero Internet Explorer para Windows RT es un navegador completo.
Y lleva flash.
Pero las ventajas no acaban aquí. No hay que olvidar que el Surface RT tiene pantalla táctil. Con un puntero sencillo o con sus dedos, nuestros pequeños pueden dibujar en la propia ventana de diseño. Y no lo olvidéis: ellos tienen dedos. Nosotros, los papás, tenemos dedazos. No es lo mismo.
El nene probablemente pida lo que le cuentan sus amiguitos. Eso no hace del RT la opción inicialmente más probable. Pero si quieres que tu nene construya además de usar, si quieres que tenga una relación con la informática que sea de exclusivo usuario de objetos incomprensibles, un Surface RT es la mejor opción. Se lleva un tiempo hablando de que aparecerán versiones Android e iOS de Scratch. Pero hoy no existen, no hay fecha de lanzamiento y, además, todos sus navegadores no pueden ejecutar Scratch 2.0
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