Antes de entrar en materia tengo que reconocer que, tras la grata sorpresa que me llevé con el Magic Charger, estaba predispuesto a la indulgencia con el Magic Bar. No obstante, y a pesar de que el primero había dejado el listón muy alto, después de unas semanas de uso intensivo ha conseguido, por méritos propios, que dejase a un lado todo juicio preestablecido.
Desconocía cómo se comportaría el Magic Trackpad en términos de autonomía en su uso cotidiano pero, hasta la fecha, del Apple Wireless Keyboard solo podía hablar maravillas. Aún así, quise comprobar hasta qué punto sería conveniente prescindir de las pilas en dicho periférico, y lo cierto es que el Magic Bar solventó la papeleta de manera sobresaliente.
Primeras impresiones
Obviamente, lo primero en lo que reparamos fue en el característico, y minucioso, empaquetado de Mobee; su escueta presentación, sin hacer grandes alardes, resulta realmente agradable a la vista. Una vez más, la apuesta de la empresa por el cuidado del medio ambiente, se ve reflejada en la ausencia de instrucciones o manuales de uso impresos: toda la información que necesitemos para su puesta a punto, manipulación y cuidado, se halla grabada en la propia caja.
Uno de los aspectos que me llamó poderosamente la atención tras desempaquetarlo, fue la construcción de la barra y es que, si en el Magic Charger se había optado por el plástico, el Magic Bar ha sido fabricado, casi íntegramente, en metal, lo que le otorga un plus de robustez y elegancia. Teniendo en cuenta que se trata de un accesorio que permanecerá perenne en nuestros escritorios, es de agradecer que rezume calidad.
Especificaciones técnicas
Tamaño de la base | 300x45x25 milímetros |
Peso de la base | 188 gramos |
Autonomía | 10 días |
Tiempo de carga completa | 10 horas |
Consumo energético por USB | 270 mA como máximo |
Vida útil | 500 ciclos de carga |
Longitud del cable | 105 centímetros |
Disponibilidad y precio
El Magic Bar puede ser adquirido directamente en la web oficial de Mobee por 39,90 euros o en la Apple Store Online, donde su precio ascendería hasta 49,95 euros. Opcionalmente, existe la posibilidad de hacernos con una batería adicional por 29,90 euros.
Contenido del paquete
Como en un principio cabría presumir, el contenido del paquete de ventas del Magic Bar incluye una batería recargable, una base de carga y un cable USB para su alimentación. Es cierto que no se habría despreciado un cable de mayor longitud o, en su defecto, un alargador pero al fin y al cabo, la inclusión de cualquier tipo de extra, que funcionalmente hablando no hubiese tenido mayor trascendencia, habría podido encarecer el precio final.
Funcionamiento
Una vez sustituidas las dos pilas AA de nuestro Apple Wireless Keyboard por la batería recargable proporcionada por Mobee, comenzar con la primera carga será tan fácil como colocar la parte posterior del teclado en el hueco de la base, y deslizarlo hacia la izquierda hasta que haga contacto*, momento en que la luz del led pasará a ser verde. Hablando de lo cual, se mantiene el mismo código luminoso para representar el nivel de carga que ya pudimos encontrar en el Magic Charger:
- Luz verde intermitente: cargando.
- Luz verde fija: el teclado está completamente cargado.
- Luz roja intermitente: fallo de conexión.
- Luz roja fija: es emitida cuando retiramos el ratón de la base. Significa que está esperando a ser conectado.
No hay duda de que, en la mayoría de los casos, las horas de autonomía estimadas por los fabricantes distan sensiblemente de las que podamos obtener en la práctica. En lo que a los valores ofrecidos por Mobee respecta, cabe destacar que son bastante fieles a la realidad, y aún habiendo mantenido el teclado fuera de la base durante la semana posterior a su primera carga, ni siquiera llegué a encontrar indicios del aviso de batería baja de OS X.
Por otro lado, me gustaría señalar que he encontrado tremendamente cómodo trabajar con el Apple Wireless Keyboard acoplado a la base, debido a que la pequeña inclinación a la que se ve sometido mejora la ergonomía durante la escritura.
Ventajas e inconvenientes
Que cumpla perfectamente con su cometido, ya sería un motivo de peso para tener al Magic Bar en muy alta estima; sin embargo, no sería justo obviar otros aspectos loables como su exquisita construcción, una autonomía capaz de permitirnos trabajar sin ningún tipo de recelo, o el hecho de que nos facilite escribir de una manera mucho más natural.
El mayor pero que he encontrado, no guarda relación con alguna con su funcionamiento sino con un aspecto de otra índole. Habiendo disfrutado de la sencillez y comodidad que ofrecían otros productos de la firma, el procedimiento de anclaje empleado en el Magic Bar se me antoja algo más tedioso.
Por último, y aunque tal vez sea demasiado objetivo, se encuentra el hecho de desmerecer el diseño original del Apple Wireless Keyboard. Me explico; es innegable que el teclado debía conectarse de algún modo a la base de carga, y aunque muy probablemente la solución elegida sea la más adecuada –por no decir la única–, la protuberancia formada por la parte saliente de la batería, rompe con las líneas de un teclado tan bien desarrollado como es el que nos atañe.
Conclusión
85
En la actualidad, Mobee se ha convertido en una compañía de referencia dentro del mercado de accesorios para periféricos de Apple. Su saber hacer a la hora de dar a luz nuevos productos, ha quedado patente una vez más en un Magic Bar que colmará las expectativas de quienes desean prescindir de las pilas. Aunque todo sea dicho, es posible que una de las bondades del Apple Wireless Keyboard ya residiera, precisamente, en su holgada autonomía, algo que jugará en su contra ya que hará que muchos se lo piensen dos veces antes de lanzarse a su compra.
Mobee | Magic Bar
Apple Store Online | Magic Bar
Hemos probado Magic Bar, el cargador inductivo de Mobee para Wireless Keyboard y Magic Trackpad fue publicado originalmente en Applesencia. Puedes unirte a nosotros en Twitter, Facebook o en Google+
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