Los desarrolladores de dispositivos móviles lo han intentado todo. Hoy en día buena parte del volumen de los smartphones y tablets se lo llevan las baterías, pero el interés por grosores ínfimos y pesos reducidos también limita la capacidad y autonomía de las baterías. Si los fabricantes hacen lo que pueden con lo que tienen, ¿cómo podemos ayudar nosotros?
Lo cierto es que al menos podemos “mimar” nuestras baterías. La tecnología de Ión Litio presente actualmente en el mercado sigue sin tener sustituta clara, así que hasta que llegue un salto cualitativo en este terreno, os proponemos seguir algunas reglas de oro para mantener la autonomía de vuestras baterías al máximo.
- La recarga de las baterías es lo que reduce la vida de estos componentes. Normalmente las baterías en smartphones pueden llegar a los 700 o 1000 ciclos de carga y mantener tras esos ciclos el 90% de su capacidad.
- La carga de 0 a 100% se considera un ciclo de carga. Cargar 5 veces del 80% al 100% equivale a un ciclo de carga.
- Dejar tu teléfono conectado en el cargador si el dispositivo ya está cargado puede suponer la reducción de la autonomía de la batería, aunque esto es cada vez menos frecuente puesto que los nuevos dispositivos desconectan por sí solos el circuito de carga hasta que la carga de la batería baja a aproximadamente el 95%. Normalmente el problema surge si dejáis conectado vuestro dispositivo móvil más de 24 horas.
- Las baterías de Ión Litio no necesitan ningún acondicionamiento.
- La mayoría de baterías de Ión-Litio llegan con una carga del 40-50% ya que este es el nivel óptimo para almacenar una batería de este tipo durante largos periodos.
- Una carga lenta mantiene la capacidad global de la batería mejor que una carga rápida. Por esa razón, por ejemplo, el HTC One no tiene la tecnología Quick Charge integrada en los nuevos Snapdragon 600 habilitada.
- Los smartphones y los tablets (y la mayoría de dispositivos electrónicos) tienen circuitos de carga que solo captan cierto amperaje sin importar el número de amperios que ofrece el cargador. Usar un cargador de 3,1 A (común en tablets) no logra incrementar de forma significativa la velocidad a la que se carga tu smartphone. La mayoría de los smartphones usan entre 0,8 y 1,2 A en las regargas, y todo lo demás sobra, ya que el smartphone sólo coge lo que necesita.
- Guardar una batería de Ión Litio con una carga del 0% es realmente malo para la conservación de su autonomía. Descargarla hasta el 0% no es recomendable normalmente, pero hacerlo alguna que otra vez no la dañará ni reducirá su capacidad.
- Recargar tu batería del 0% al 100% no hará que tu batería tenga más autonomía. Sin embargo, puede resetear las estadísticas de los niveles de batería de forma que estos datos ofrezcan información más precisa sobre el nivel de carga de la batería en cada momento.
- Cargar del 95% al 100% suele llevar bastante tiempo porque se debe hacer una carga casi mediante goteo. Intentar hacer este proceso puede reducir la capacidad general de la batería en su vida útil, pero normalmente no lo suficiente como para importarnos. Este problema suele ser más importante en otros escenarios, como el de los coches eléctricos.
El consejo es claro: dejar el teléfono cargando por la noche, y cogerlo por la mañana cuando nos levantemos. Ese ciclo de carga será normalmente el adecuado para la mayoría de usuarios. Lo ideal es cargar la batería si tenemos la posibilidad cuando esta baje del 80% si podemos. Y si baja del 40%, tratar de hacerlo sí o sí. No pasa nada por estar recargando continuamente la batería, el problema es que se descargue del todo y pasen un par de semanas.
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