Seguimos con nuestro repaso de iOS 7 por dentro. Primero hablamos de Sprite Kit y ahora toca iBeacons. Sin duda, una de las mayores revoluciones que incorpora iOS 7: la respuesta de Apple a su falta de apuesta por el NFC por el que Android y Google sí apostaron fuertemente. Pero, vayamos por partes:
Antecedentes
NFC o Near-Field Communication. Una tecnología de comunicación por la que Google apostó fuertemente en los últimos años y que permite, con un chip de comunicaciones dentro del dispositivo, intercambiar datos al acercar dos dispositivos sin necesidad de engorrosos emparejamientos y de forma segura. Google montó toda una plataforma para convertirlo en un medio de pago para sus terminales en USA, pero su incidencia ha sido mínima y el fracaso reconocido por la propia compañía.
Mientras, Apple sacaba uno tras otro sus terminales como el iPhone 4S o el 5 (o sus iPad) sin incorporar NFC. Todos los analistas del mundo se echaban las manos a la cabeza: ¿cómo Apple no puede ver el camino del NFC? El propio Tim Cook dijo una vez, cuestionado por esto, que era una tecnología que estaba aun “un poco verde”. La verdad, es que Apple preparaba su propia solución en sus laboratorios: una solución que ya estaba empezando a ser probada por otras empresas, como la propia PayPal, basado en algo tan sencillo como el protocolo Bluetooth: su nombre es iBeacons.
¿Qué son los iBeacons?
Lo primero es saber qué son los beacons: pequeños sensores que se colocan en determinados lugares, con capacidad de transmisión BLE (Bluetooth 4.0 de baja energía o Bluetooth Low Energy). Dichas cajitas llevan una batería de litio que los dotan de 2 años de autonomía y vida en una sola carga (sí, sí, leíste bien, 2 años). Estas cajitas tienen la capacidad de intercambiar información con dispositivos sin intervención del usuario en función a unos perfiles determinados. Y estos datos, normalmente, están basados en micro-localización. Su rango es de unos 70 metros (dependiendo del sensor) y pueden micro-localizar en un radio de medio metro de precisión. De esta forma, un beacon puede saber no solo delante de qué tienda estamos, sino puede saber delante de qué producto. iBeacon es como Apple ha llamado a la implementación que comunica los dispositivos BLE con estos sensores y a sus paquetes de información. Un pequeño paquete es un iBeacon.
Partiendo de una base de 50 metros de alcance, con un solo beacon cubriríamos el área de una tienda de hasta 2.500 metros cuadrados (algo menos, si tenemos en cuenta las posibles pérdidas de señal). De esta forma, un IKEA completo podría estar cubierto con unos 12 beacons, que actualmente tienen un coste de 99$ cada 3 y una vida de 2 años. Comparado con el NFC, a nivel de producto, cada sensor tiene un coste muy inferior pero necesitaríamos uno por cada producto, lo que supondría miles que habría que ir reponiendo día a día.
¿Para qué sirven?
A partir de conceptos de micro-localización, puede saber dónde estamos situados y actuar en consecuencia enviando información a nuestro dispositivo o invocando determinados eventos basados en nuestra posición exacta. Por ejemplo, entra en una tienda y FourSquare podría hacer auto check-in en la misma. La app de la tienda se carga y cada vez que se pare a mirar un producto tendrá la información de este en pantalla: información del producto, precio, tallaje disponible (si es ropa), opciones asociadas e incluso unidades disponibles. Podría pagarlo directamente desde la app y que se desactive automáticamente la alarma de este producto (si tiene un sistema centralizado por códigos).
Imagina que vas con prisa, entras al coche en casa y encargas un café desde el móvil. Cuando te acercas a la cafetería junto a la oficina, alguien te espera con la bebida para llevar porque ya saben que te acercas y en ese momento, se realiza el cobro del mismo. De hecho, en la cafetería sabían cuando habías aparcado y te empezaron a preparar el café, porque el nuevo M7 del iPhone 5S es capaz de saber cuándo te bajas del coche por tus movimientos. O imagina tu coche con un beacon instalado y al aproximarte a él, introduciendo un pin (o con el propio Touch ID) el coche se abre. Imagina un museo con un app guiada que muestra automáticamente la información de cada obra al pasar por ella. Mapas guiados en centros comerciales, hospitales, parques, tiendas… Todo eso está a la vuelta de la esquina y mucho más.
Todo esto es posible gracias a la unión de los conceptos de una micro-localización precisa dentro de un espacio y las posibilidades que ofrecen los smartphones hoy día como dispositivos conectados a internet para poder pagar, navegar, interactuar o mostrar información. Usted está situado en el punto x de la tienda, la app envía esa información a sus servidores y ellos devuelven la información en tiempo real. Solo el dato de la micro-localización es lo que se comparte y transmite. Mientras, al acercarse a un beacon, este puede provocar un evento en su terminal si usted lo ha permitido previamente, como que se muestre una oferta de una tienda por la que pasa.
Empresas como PayPal o la startup americana Estimote ya están ofreciendo servicios y beacons para instalar en las tiendas e incluso APIs de desarrollo. Y el único requisito es un móvil con BLE (o Bluetooth 4.0).
¿Solo para iOS?
No. Los beacons, como concepto de paquetes enviados a través de BLE son una novedad pero Apple no es el primero en llegar aunque sí quien pretende poner orden creando un único estándar. De hecho, los beacons de Estimote y Paypal se han tenido que adaptar a la especificación de Apple mediante actualizaciones de software para ser compatibles. Pero es una oportunidad única para ellos subiéndose al carro de millones de dispositivos que gracias a iOS 7 ya están preparados para usar estos servicios.
El único requisito será disponer de un móvil con el protocolo de comunicación y de la integración en el sistema operativo para que este trabaje en segundo plano, procesando los datos enviados por posibles emisores. iOS da soporte desde su versión 7 a todos los terminales desde el iPhone 4S y iPad de tercera generación, incluyendo el Mini. Terminales Android con Bluetooth 4.0 hay muchos, entre ellos el SIII (terminal Android más extendido a día de hoy). El problema es que solo Android 4.3 incluye el protocolo de comunicación de los Beacons, por lo que no importa que nuestro terminal tenga la última versión de Bluetooth: hará falta que pueda actualizarse a Android 4.3, la última versión que actualmente no tienen ni el 4% de terminales.
Un interesante futuro de servicios que se ponen en la mano de desarrolladores y fabricantes, algo que empieza a nacer y que sin duda llegará lejos. Una increíble herramienta que ahora hay que esperar que empiece a ser explotada con ideas prácticas. Como detalle curioso, incluso un mini ordenador Raspberry Pi puede ser empleado para crear un beacon. Y sí… para poder usarlo hay que tener el Bluetooth encendido, pero créanme: el consumo de batería será inapreciable.
¿Y tú que piensas? Pásate por iOS 7, revolución interior: iBeacons, el futuro de las compras y servicios para dejar tu huella.
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